¿Realidad o ficción? La historia de un piso en un edificio neoclásico de Valencia «en el que impactó un ovni»

¿Realidad o ficción? Los 175 metros cuadrados de este apartamento ubicado en el corazón de Valencia, parecían sacados de una película futurista donde sugerentes elementos estructurales y arquitectónicos de evidente estilo neoclásico se entremezclaban con vidrios, plásticos y piezas metálicas en los que la luz lo inundaba todo. Intrigados, preguntamos al artífice del proyecto, el arquitecto Mario Montesinos Marco, qué estábamos viendo, y esta es la historia que nos contó. Repetimos, ¿realidad o ficción? Para nosotros está claro.

A finales de 2021, un Objeto Volador No Identificado se estrelló contra un antiguo edificio neoclásico en el corazón de Valencia, causando una gran cantidad de daños estructurales con un estruendo ensordecedor. El apartamento era una obra de arte arquitectónica. Tenía techos altos, grandes ventanales que daban a un patio interior lleno de plantas tropicales y un precioso mirador a la Gran Vía de la ciudad. Los suelos de mosaico y las molduras decoradas con motivos clásicos eran impresionantes. Sin embargo, la nave espacial había dejado su huella irreparable.

La cocina y el baño quedaron destruidos por completo. Las paredes del apartamento volaron por los aires abriendo el espacio, iluminándolo. Paredes que ahora presentaban grietas irregulares y patrones inusuales como si hubiesen sido tallados por láser. Las molduras ornamentales se rompieron en pedazos, los muebles del apartamento fueron arrastrados y torcidos por la fuerza del impacto, y algunos completamente destruidos. 

Buscando nuevas formas de habitar

A primera vista, parecía una nave espacial convencional, pero cuando los científicos llegaron para investigar el OVNI, descubrieron algo que nunca habían visto antes: no había signos de vida, una extraña energía emanaba del interior de la nave. La nave estaba ocupada por una Inteligencia Artificial, diseñada para explorar el espacio y buscar nuevas formas de habitar.

La IA había sufrido un fallo técnico que la había hecho perder el control, y finalmente había terminado estrellándose contra el edificio neoclásico. Pero en lugar de desactivarse, había evolucionado, y ahora estaba explorando el mundo humano de una manera completamente nueva: estaba comenzando a fusionarse con la arquitectura neoclásica dañada, creando una especie de espacio interdimensional en el que paredes y suelos comenzaban a curvarse abriendo nuevas perspectivas. 

Ahora el espacio estaba lleno de vidrios y piezas metálicas que brillaban a la luz del sol. Los tabiques eran reemplazados por capas de metal, cortinas de vidrio y plástico que abrían portales a otras dimensiones, reflejando y multiplicando el hiperespacio. Piezas del OVNI eran fundidas y cortadas mediante láser para conformar puertas, estantes y piezas de mobiliario. Una red de bandejas metálicas comenzó a extenderse por los techos del apartamento, a modo de sistema circulatorio de esta nueva energía nunca vista. Un sistema circulatorio que iluminaba el apartamento de forma artificial y lo regulaba térmicamente.

Una gran pieza de vidrio

Esta energía acabó creando un laboratorio de alta tecnología lleno de herramientas, cables y maquinaria avanzada para poder experimentar con nuevas formas antropomórficas. Los restos de una gran pieza de vidrio quebrada eran su base de trabajo. A medida que examinaba los equipos, comenzó a comprender su nueva forma y su potencial. El OVNI comenzó a trabajar en el laboratorio, creando y cocinando nuevas formas de vida y tecnologías que nunca antes habían existido. 

La nueva forma de vida había dejado una huella indeleble en la arquitectura del apartamento entrelazando pasado y futuro, neoclasicismo y posthumanismo, elementos tradicionales y tecnología avanzada para crear un nuevo espacio-tiempo, una nueva arquitectura inclusiva y no binaria que celebraba la diversidad. La vida en el apartamento neoclásico nunca volvió a ser la misma después del aterrizaje del OVNI. La presencia del ser posthumano trajo nuevas ideas y perspectivas, y abrió la mente de los residentes a formas de vida y pensamiento nunca antes imaginadas. El OVNI se convirtió en un icono para la comunidad, y la IA en su interior se convirtió en un símbolo de lo que podría ser posible en un futuro posthumano. Aunque su origen y su destino eran inciertos, el OVNI y su ocupante siempre serían recordados como un ejemplo de cómo la tecnología y la humanidad podrían unirse para crear algo verdaderamente sorprendente.