De Conchi ‘Amancio’ a Salma Paralluelo; dos Españas, un mundo y un Mundial
Cerca de medio siglo, un poco de más 46 años, separa las fechas de nacimiento de Concepción Sánchez Freire, ‘Conchi Amancio’ (Madrid, 28.9.1957: 1,67 de altura) y Salma Celeste Paralluelo Ayingono (Zaragoza, 13.11.2003; 1,74 de altura), nacida esta última de padre español y madre ecuatoguineana.
Dos Españas, todo un mundo y la final de un Mundial femenino -que la Selección de España disputa este mismo domingo 20 en Sydney, Australia, ante Inglaterra, las ‘Ladies’ fundadoras- separan a Conchi y Salma; en nuestras imágenes, contrapuestas en sendas imágenes de los años 70 del Siglo XX (Conchi, en el viejo Estadio de Vallecas)… y de la segunda década del Siglo XXI: Salma, en imagen de 2018, en plena transición del atletismo de alta competición al fútbol de no menos alto nivel. Nada menos que han pasado casi 50 años entre las dos fechas de nacimiento. Aunque específica e individualmente, en términos de ‘sheer talent’, talento puro y duro, talento absoluto… igual no haya tanta diferencia.
Concepción Sánchez Freire, ‘una mujer llamada Amancio’ -un ‘alias’ en señalado recuerdo a Amancio Amaro, el extremo internacional gallego que fuese gran figura en el Real Madrid de los años 60 y 70- fue durante los primeros 25 años en que en España se jugó a fútbol femenino la absoluta estrella de este (naciente) deporte en España.
Formada en las calles y plazas de Malasaña, Madrid, Conchi causó sensación desde aquel primer partido histórico de fútbol femenino, Mercacredit-Sizam (5-1 para Sizam), el 8 de diciembre de 1970 en el campo de ‘Boetticher y Navarro’, que reunió a 8.000 personas, agotó las entradas (a 25 pesetas), y acabó con el organizador, Rafael Muga, llevado por una pareja de ‘tricornios’ ante el Comandante del puesto de la Guardia Civil en el barrio madrileño de Villaverde, la demarcación del recinto deportivo.
El relato de Muga (que por vía del fútbol se hizo amigo del delantero internacional José Eulogio Gárate, del Atlético de Madrid, y de la actriz Concha Velasco), todo según el libro del propio Muga… ‘Fútbol femenino, las estrellas olvidadas’ (2015).: «Estaba completamente asustado. Me temía cualquier cosa. Pensaba que la Sección Femenina había hecho una llamada. Fui con mi carpeta, con todos los permisos. Pero sólo era que el Comandante del puesto quería conocerme porque no se creía lo que le habían contado. ‘¿De verdad ha organizado usted un partido de mujeres?’, me dijo. Para él era como si hubiera bajado un ovni… Juan Antonio Samaranch, que entonces era Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, fue el primer feminista español convencido. Nos mandó una equipación completa, algo que no hubiera hecho nadie. Entonces, la Sección Femenina era como la Falange, era algo para temer. Samaranch se atrevió a eso y mucho más. Por eso mismo y por él… acabé llamando a mi equipo ‘Olímpico de Villaverde» (Todo esto ocurría en tiempos de los épicos partidos-‘shows’ entre ‘Folklóricas y Finolis’, con Lola Flores… y Concha Velasco en los elencos; al Sur de Madrid, ya casi rumbo a Andalucía, Villaverde era y es un feudo del Club Atlético de Madrid).
‘CONCHI AMANCIO’.- Sin haber cumplido aún 16 años, en el verano de 1973, Conchi, ya ‘una mujer llamada Amancio’, una superclase callejera, forjada en las calles de Malasaña, firmó en Italia su primer contrato profesional. Una lesión de rodilla pondría fin a su carrera en 1997, en el Arsenal de Londres.
En palabras de Concepción Sánchez Freire a quien aquí firma… «Yo me crié en la Plaza del 2 de Mayo, en Malasaña iba al Colegio y allí, en la Plaza del 2 de Mayo, jugaba siempre con los chicos… tenía un montón de amigos. Me considero un poco de Malasaña. A mi padre le encantaba el fútbol, él jugaba en amateurs, y me llevaba desde que era pequeña a la Dehesa de la Villa. Todos los domingos, desde que era muy pequeñita. Así que crecí rodeada de balones. Pero la única manera de jugar al fútbol era con los chicos. Bajaba a la plaza o a la calle, me tiraba las horas muertas… mi madre se desesperaba, pero yo jugaba con los chicos y tenía una habilidad increíble…»
… «Los chicos jugaban maravillosamente y yo, siendo una chica, me tenía que esmerar. Si no, me ponían de portera y yo, de portera… pues no quería jugar. Tenía un buenísimo dominio del balón: era una cosa tan rara entonces… había que gente que se paraba a mirar, no era normal que una niña jugara al fútbol. Y de aquella gente que se paraba en Malasaña… pues me vio algún ojeador de esos equipos. Creo que se acercaron a mi casa y hablaron con mis padres… Mi madre decía justo eso, que la calle es la mejor universidad que se puede tener. Lo entendí más tarde. Crecí en la calle -ahora todo ha cambiado mucho- así que soy natural, soy espontánea… pero cuando me hice mayor vi que eso no es suficiente, necesitas educación e instrucción, es un poco de todo: la calle y la educación va todo junto, como una estructura conjunta. Lo de ‘Amancio’… fueron los periodistas. No sé siquiera cómo llegaron a Boetticher. Media hora antes allí no había nadie y después vimos a 8.000 personas. Parecía que toda la Prensa de Madrid estaba allí. No sé cómo pasó. Los periodistas me pusieron ‘Amancio’ porque yo regateaba mucho y muy bien; sí, como Amancio.»
LA CATARSIS DE SALMA.- Hoy, y a partir de 2019, todo parece ir muy rápido en la vida de la zurda Salma Paralluelo, cuya madre se se mudó a España desde Guinea Ecuatorial en la transición entre Siglo XX y Siglo XXI, a fin de que un hijo de una relación anterior, que padecía grave problema congénito de visión, pudiera recibir tratamiento oftalmológico en España.
En diciembre de 2012, cuando el joven Ayingono ya tenía 21 años, y su madre se había casado en Zaragoza con Jaime Paralluelo… el chico guineano desapareció para siempre en las calles de Zaragoza. Su cadáver tardó un mes en ser hallado.
Aparte del fallecido, Salma tiene dos hermanos más, ambos nacidos en Zaragoza y ambos, futbolistas: José Jaime y Lorenzo. Ahora, la ilusión y el cuido por la proyección de Salma se ha convertido en el ‘leitmotiv’ central del padre y los hermanos de Salma, sin hablar de la madre… que en 2008, durante una mala época para la familia, se tuvo que ir a trabajar a Alemania (mientras el padre atendía a los hijos en Zaragoza9, trabajo con cuyos emolumentos, los Paralluelo Ayingono pudieron evitar el desahucio del piso en el que la familia vivía, en Zaragoza.
En noviembre de 2018, Salma Paralluelo celebró su 15º cumpleaños… en Uruguay, donde se proclamaba campeona del mundo Sub-17 con la Selección española de Toña Is (con 14 años ya había sido campeona de Europa Sub-17, en Lituania).
Hasta ahí, y por razones de edad, Paralluelo no había debutado aún en fútbol femenino de competición con el Zaragoza CFF, en Segunda femenina; intervenía en equipos mixtos. Ese debut en féminas con el Zaragoza CFF se produjo justo al regreso del Mundial de Uruguay, con gol y victoria.
A esas alturas de la vida, Salma Paralluelo ya era, sin una sola duda, lo que cabría llamar ‘futbolista-atleta’… o a la inversa. Siempre ha trasladado al campo de fútbol la explosividad, velocidad y competitividad que adquiría y generaba en el atletismo… y no sólo en el tartán. Con sólo ocho añitos, Salma ya aparece en un video de Youtube, motivadísima para ganar en categoría ‘benjaminas’ la ancestral carrera urbana ‘Jean Bouin’ (10 kms.) que cada año se celebra por las calles de Barcelona.
En esa ‘Jean Bouin’, la pequeña polluela Paralluelo cruza la línea de la meta en Barcelona alzando brazos y puños. «¿Te esperabas que fuera así?», le preguntan en el video. Respuesta ante la cámara de la pequeña Salma, totalmente tranquila y con pulsaciones normalizadas: «He aguantado bastante tiempo segunda y en la bajada final desde Montjuïc ya me he puesto primera», comenta ella con tranquilidad. Había ganado su primera carrera con seis años, una competición infantil en el Parque Municipal zaragozano ‘José Antonio Labordeta’ de la capital aragonesa.
DOBLE NACIONALIDAD, DOBLE DEPORTE.- Esa fue la primera de una larga lista de ocasiones en las que Salma subió a lo más alto del podio. “Siempre llorando”, bromeaba su padre. Salma maneja doble nacionalidad, española… y de Guinea Ecuatorial, que fue colonia española hasta octubre de 1968.
En su debut con el Zaragoza CFF, el jueves 6 de diciembre de 2018, la explosiva ‘zocata’ Paralluelo se mostró tan rápida, competitiva y audaz como siempre. El homenaje que le ofreció el club maño que preside Rubén Alcaide, como campeona del mundo en Uruguay, sólo fue el prólogo de algo aún más intenso.
Salma irrumpió en la segunda parte y marcó gol en su primera acción de futbolista en gran competición, un tanto que contribuyó fuertemente a la victoria de su equipo por 2-0 ante el Europa (Grupo 3 de Segunda División Femenina 2018-19). En 2017 ya había debutado en partidos amistosos con la Selección absoluta, que no sumaron más… porque Paralluelo Ayingono se iba a hacer imprescindible en categorías inferiores.
Salma siempre ha sido polifacética… pero buenísima en todo lo que hace. Esto, tras compaginar los estudios con atletismo y fútbol, levantándose a las cinco de la mañana desde que empezó la ‘E.S.O.’. Fue campeona de España Sub-18 en 300 metros y subcampeona en triple salto. Como cadete se proclamó campeona en 60 metros vallas en pista cubierta. También fue campeona de 300 metros vallas al aire libre.
En atletismo, su gran ‘motivadora’ es la atleta estadounidense (californiana) Allyson Felix, ‘Chicken Legs’, ganadora de nada menos que siete medallas de oro olímpicas (total, 11), más otros 13 ‘oros’ en Mundiales de atletismo al aire libre, todo entre 2004 y 2022. Casi que obviamente, el ídolo de Salma en el fútbol tenía que estar tan claro como… Leo Messi.
Como atleta de alto nivel, y siempre bajo órdenes de Félix Laguna, Paralluelo empezó su andadura en el Club Atletismo San José de Zaragoza, de paso para el Simply Scorpio-71 maño… hasta que en diciembre de 2018 ya le hizo ficha el ‘Playas de Castellón’. En el Nacional ‘Indoor’ de 2019, en Antequera, Salma logró su primera medalla absoluta, bronce en 400 metros lisos con unos 53.83 que valían récord de España Sub-18 y Sub-19.
Con 15 años y 3 meses, Paralluelo era la atleta más joven en ganar medalla en Campeonato de España absoluto desde la saltadora de altura madrileña Isabel Mozún (1974). Con esa marca, la hispano-guineana ya iría al Europeo ‘Indoor’ desde de 2019, como la segunda atleta más joven de la historia en ‘salir’ en este evento.
Ya al aire libre, en la tercera carrera de toda su vida sobre 400 metros vallas, en el ‘Meeting Iberoamericano de Atletismo’, en Huelva/Punta Umbría, Salma Paralluelo firmó 57.43 en la distancia, plusmarca española Sub-18… y mejor marca mundial Sub-18 para ese 2019. En el subsiguiente Festival Olímpico de la Juventud Europea, Salma firmó ‘oros’ en 400 vallas y relevo ‘medley’, aquí con plusmarca española Sub-18. Compitió en el Campeonato de Europa Absoluto por Naciones.
Tras fichar a comienzos de 2019-20 por el Villarreal de fútbol (Segunda División, con el ‘Playas de Castellón en medio de las gestiones), Salma Paralluelo apenas hizo atletismo durante 2020 y 2021. Se debió a las restricciones del Covid-19 y en fin, a la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, en abril de 2021, durante un Villarreal-Granada. Paralluelo abandonó el campo con muletas y entre lágrimas..
Al fin, en julio de 2022, y ya recuperada de la lesión, madura, adulta y ‘reamunicionada’ con un físico potentísimo, Salma Paralluelo anunció que dejaba el atletismo de alta competición para dedicarse en exclusiva al fútbol. Había fichado por el Barcelona, coloso del fútbol femenino español (y europeo) con un contrato de 150.000 euros al año… que saltará a anualidades de 200.000 y 250.000 euros en 23/24 y 24/25.
«Llevo entrenados a unos 120 atletas desde 1982 y nunca había visto algo como Salma. Es extraordinaria», resumió en su día Félix Laguna, su descubridor y entrenador en atletismo. Más o menos, algo similar a lo que sentenció el (hasta ahora) controvertido Ángel Vilda, seleccionador español de fútbol femenino, justo cuando Paralluelo fichó por el Barça: «Es determinante, diferencial al espacio libre y puede aportar mucho a esta Selección». Se ha demostrado en este Mundial oceánico y lo sufrieron en sus carnes las Selecciones de Países Bajos y Suecia, en momentos decisivos en los cuartos de final y semifinales.
Pero además, y según la propia Paralluelo… “En atletismo me pongo más nerviosa porque es un deporte individual y sientes la responsabilidad. Con el fútbol estás con tus amigas y es más divertido”.
Aunque la (obvia) clave final la proporciona Manuel Perna, entrenador de Salma en el Zaragoza CFF: “Si hubiese más rentabilidad económica, las chicas tendrían más dedicación, pero para ganar 200 euros… entiendo que no quieran sacrificar sus estudios… pero esto no para de crecer y a Salma no le veo techo, puede llegar donde quiera”.
La catarsis de Salma Celeste Paralluelo Ayingono, la joya de la Selección ‘de’ Vilda se cerró de un modo bien simple: con una ficha de 150.000 euros anuales para 2022/23, dentro de un contrato con el Barça de 600.000 euros por tres temporadas. Se acabaron las contemplaciones… y el atletismo.
MUNDIALES, AÑOS 70.- En ‘flashback’, y muy pocos meses después de aquel gran ‘alumbramiento’ del Campo del Boetticher y Navarro… ya asomaba el futuro. Aunque de modo no totalmente brillante. Ahí surgía la primera Selección española: 1971… y con toda la problemática habida y por haber. El relato de ‘Conchi Amancio’ «Yo fui la primera capitana de la Selección española y de la primera selección de Castilla. La primera Selección española vino a través de las selecciones regionales y yo era la capitana de Castilla. Esa fue la Selección que fue a jugar al Mundial ‘oficioso’ de Italia, en 1970″. Fue una Selección que desde entonces no ha dejado de llamarse ‘Selección clandestina’. No suena demasiado bien, que digamos».
Para Concepción Sánchez Freire… «La historia depende de cómo se mire. En España siempre se mira como que aquello no fue una cosa oficial, pero en Inglaterra, a partir de 1920 prohibieron el fútbol femenino por más de 50 años y hace unos años, la Federación Inglesa (FA) pidió disculpas oficialmente a toda la Prensa y al movimiento del fútbol femenino por no haber reconocido el fútbol femenino. No veo por qué en España no hay un reconocimiento oficial de lo que nosotras hicimos y siempre sale el tema de ‘clandestinas’. Se debería de reconocer lo nuestro, lo que hicimos, y pedir excusas. En España se podía haber hecho en 1970 o 1971 ese primer Mundial femenino (‘oficioso’). Deberían reconocer lo que nosotras hicimos, porque todo eso llevó mucho retraso… lo veo así quizá porque viviendo en el extranjero, ya comparas. Aquí han pedido disculpas. Y en España, ja, ja, todavía se sigue hablando en las entrevistas de ‘clandestinas’ y ‘no oficiales’. Y no, no es así. O no debiera serlo».
La euforia en torno al fútbol femenino español nos retrotrae inevitablemente a otro momento histórico. Exactamente al verano del año 1971, justo cuando en México se disputo el II Mundial ‘oficioso’ de fútbol femenino (la oficialidad con la FIFA habría de esperar hasta 1991, en China, tras un experimento en 1988, igualmente en China)… y cuando en ese mismo 1971, la primera Selección española de ‘pioneras’ fue denegada, vetada o relegada por los organismos deportivos del Gobierno del General Franco.
La primera Copa Mundial Femenina ‘oficiosa’ de fútbol fue en 1970, en Italia. En 1971, en un abarrotado Estadio Azteca en Ciudad de México, y en la ansiada final, Dinamarca batió a las ‘guerreras’ de la ‘Tricolor’ Selección azteca local por 3-0… ante 110.000 espectadores que llenaron hasta la corcha el mismo gran Estadio Azteca que fue escenario de las finales de los Mundiales masculinos FIFA de 1970 y 1986.
Este oficioso ‘Mundialito’ femenino desaparecería a mediados de los años 80, cuando la FIFA ya planteó la intención de hacer una ‘Copa del Mundo’ oficial. Italia e Inglaterra comparten un par de títulos en lo más alto del podio del ‘Mundialito’ oficioso… al que España pudo acudir ya en 1971, sólo unos meses después del primer partido ‘formal’ entre mujeres, en el campo madrileño del Boetticher, el 8.12.1970.
Conchi ‘Amanció’ habla de ‘disculpas históricas’ (ciudadana del mundo, Conchi lo expresa y matiza en perfecto inglés: ‘Historical Apologies’): «Disculpas’ quizá suene demasiado fuerte: pero en Inglaterra, la FA pidió esas disculpas por no reconocer el fútbol femenino y detener por 50 años el progreso de las mujeres en el fútbol. La gente empezó más tarde. Y nosotras tuvimos más o menos el mismo problema. Empezamos más tarde, con lo que en España siempre fuimos por detrás del verdadero poderío del fútbol femenino español por la falta de progreso que tuvimos por la Federación. En Inglaterra tienen un ‘Hall of Fame’, un ‘Salón de la Fama’ de sus internacionales, que también está abierto para las mujeres. Está oficialmente reconocido por la FA… y en España hay un Salón de la Fama que sólo es de hombres. No lo veo correcto, ‘fair’. Somos dos o tres generaciones que todavía, pienso, deberíamos ser reconocidas por la Federación».
Han pasado casi 53 años desde que, en diciembre de 1970, el hábil visionario Rafael Muga, funcionario administrativo del Estado, fuese poco menos que ‘retenido’ y llevado ante el Comandante del puesto de la Guardia Civil de Villaverde, al Sur de Madrid; y todo, por un partido de fútbol femenino. En plena era de un talento tan explosivo como Salma Celeste Paralluelo, y cuando España recién acaba de rebasar las 88.000 fichas federadas en fútbol femenino (aunque entre las mujeres lideran el baloncesto… y la escalada de montaña)… España pisa la gran final de un Mundial pese a un terrible invierno de controversias internas.
Salma Paralluelo, la sensación de este Mundial, gana hoy 150.000 euros anuales de ficha en el Barcelona, de paso para 200.000 y 250.000 en las dos próximas temporadas. Y al fin, la pionera Conchi, la mujer apodada ‘Amancio’… nunca llegó a debutar oficialmente con España, después de que en 1983, cuando jugaba en Italia (con ficha anual máxima en Padua de 75.000 pesetas, ni 500 euros de hoy), una grave lesión de rodilla la apartara de su primera convocatoria con la Selección ‘oficial’. Entre Guinea, Zaragoza y Malasaña, dos Españas, un mundo… y un Mundial; Conchi y Salma.
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