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«A los aficionados de los ovnis les encantan los gatos». Esta frase de Terry Pratchett – escritor, humorista, activista – podría ser el lema de la página web del CUN – Centro Ufologico Nazionale de Italia. ¿A qué viene esto? A nada. Es una frase tan graciosa como disparatada, tanto para empezar un artículo como éste, lo admito, como para ser el eslogan de una de las cinco asociaciones ufológicas más antiguas del planeta. ¿Te gustan los ovnis? ¿Te gustan los gatos? ¿Eres una persona amante de los ovnis que ama a una persona amante de los gatos? ¿Afirma la persona que ama los gatos, delante de la persona que ama los ovnis, haber visto uno? ¿Qué hace la persona que ama a los ovnis? Consulta la guía de Esquire sobre qué hacer en caso de avistamiento de un objeto volador no identificado.
La idea de escribir este artículo me ha venido al ver Google Trends y la curva ascendente de la palabra “avistamiento de ovnis”. En la última semana, las consultas en Internet han alcanzado un máximo anual. No nos asustemos. Seguro que, después del COVID y la guerra de Ucrania, la invasión alienígena sería el siguiente paso lógico para un mundo que parece superarse año tras año, pero la realidad, como muestra la comparación con años anteriores, es más sencilla: en agosto pasamos más tiempo mirando al cielo y es más fácil que nos encontremos con algo raro… porque hay muchas cosas raras, pero no inexplicables, ahí arriba. Hoy, de hecho, es la noche de San Lorenzo, cuando es más común ver un meteorito que genera energía térmica al chocar con las moléculas de aire de la atmósfera, o una estrella fugaz.
La tendencia podría verse influida por las noticias que llegan del otro lado del Atlántico sobre una comisión de investigación del Congreso estadounidense y gente que-no-puede-hablar-pero-habla. Quizá también tenga algo que ver con ese vídeo en el que Tom DeLonge, guitarrista de Blink 182, grita al público “TENÍA RAZÓN” antes de empezar a tocar el tema Aliens Exist (Hey mom, there’s something in the back room/I hope it’s not a creature from up there). Este es el verano de los alienígenas. El grupo de pop punk, que triunfó en los años 90 y 2000, ha vuelto a estar de moda recientemente: mientras tanto, hubo un tiempo en que el músico de Box Car Racer y Angels & Airwaves era casi más famoso como divulgador sobre extraterrestres que como músico. La exclamación “¡Tenía razón!”, que de hecho es un meme recurrente para los fans de DeLonge, se ha convertido en un anuncio de Amazon Music, pero si el que ama los gatos afirma delante del que ama los ovnis que vio un ovni mi consejo es siempre ponerse en manos de los expertos. O algo así, ya que la carrera en ufología no existe.
Quizá no lo sabías, pero el Ejército del Aire italiano tiene un formulario para rellenar en caso de avistamiento de un OVNI, que en el documento se llama OVNI (Unidentified Flying Object, traducción de Objeto Volador No Identificado, de ahí OVNI). Veamos juntos cómo es.
Se pide al testigo que rellene todos los campos que se refieran a los aspectos que sea capaz de recordar: coordenadas espaciales (país, municipio, provincia; posición inicial y final del objeto) y temporales (fecha, hora y duración); condiciones meteorológicas, etc. Hay un simpático dibujito con un hombrecillo estilizado señalando el cielo a diferentes alturas, lo pongo a continuación, sirve para indicar la altura del objeto al principio del avistamiento y al final.
Me encantaría rellenar, armado con lápiz y goma de borrar, el espacio en blanco para el dibujo del cielo y la posición y trayectoria del OVNI en la porción de cielo representada. El dibujo del OVNI debería hacerse dos veces, la segunda vez en detalle, “añadiendo una flecha para mostrar cuál era la parte delantera del objeto mientras se movía”. Mención especial merece el campo potencialmente sinestésico en el que debe describirse por escrito cualquier sonido producido por el OVNI. Cuanto más se avanza en la lectura, más interesantes resultan los detalles evocados. En cuanto a la luminosidad, se pide al testigo que “indique si el OVNI tenía el brillo de una estrella o de un faro de coche visto desde cierta distancia, o si esta luz era cegadora”. Otros aspectos que deben consignarse son el color, la nitidez de los contornos (“avistamiento de llamas, vapores, humo, halos producidos por el objeto”) y el tamaño, también variable. El Informe de Avistamiento de Objeto Volador No Identificado, con las eventuales fotos o vídeos del objeto, debe entregarse en un puesto de Carabinieri, que lo remitirá al Estado Mayor del Ejército del Aire, Departamento de Seguridad General.
Ahora, permitidme que os brinde algo de contexto. El formulario que fue mencionado previamente, o algo similar, ha existido desde 1978. Fue en ese año cuando, en respuesta a una oleada extraordinaria de avistamientos, el entonces Primer Ministro Giulio Andreotti «designó a la Agencia de Investigación Espacial como la entidad institucional responsable de recopilar, verificar y evaluar los informes de objetos voladores no identificados (OVNIs)». Este dato se extrae de los archivos oficiales de la Agencia. Según el texto oficial, esta medida permitió que la Agencia Espacial iniciara investigaciones técnicas para determinar si había alguna correlación con eventos humanos o fenómenos naturales, y en caso necesario, involucrar a otras agencias pertinentes a nivel nacional. El propósito de estas acciones era asegurar tanto la seguridad aérea como la seguridad nacional. Si no se encontraba una explicación técnica o natural plausible, el incidente se catalogaba como un avistamiento de un Objeto Volador No Identificado.
A lo largo de los años, los informes recopilados han proporcionado una serie de estadísticas. Estas cifras, que me complace compartir después de pasar un tiempo investigando en lugares insospechados y recónditos, como bibliotecas olvidadas y almacenes de archivos misteriosos, no, eso es solo una broma; las estadísticas sobre OVNIs están disponibles públicamente en Internet. En este sentido, se ha determinado que la región con más avistamientos es Calabria (16.5%), seguida de Cerdeña (14.7%) y Apulia (12.4%). El año con mayor cantidad de informes en la serie que comenzó en 2001 fue 2010, con un asombroso total de 27 casos. En el 2022 se reportaron 14 casos y 11 en el 2021. Un incidente notable tuvo lugar el 14 de enero de 2021 a las 7:58 hora local, cerca de Villanova, en la región de Emilia-Romaña. Se informó sobre la presencia de un objeto de forma irregular, de colores blanco y negro, que se desplazaba en dirección sureste en un cielo despejado y sin nubes. «Después de analizar los datos proporcionados por las agencias competentes en materia de defensa, se concluyó que el incidente no tenía relación con actividades aéreas ni con el lanzamiento de radiosondas, por lo que se determinó que era un OVNI». Esta fue la conclusión definitiva.
Luego de un análisis superficial, no puedo evitar notar que la conclusión previa tiende a ser recurrente. No estamos frente a una invasión (al menos, así lo espero). Es como si las Fuerzas Aéreas hubiesen optado por llevar a cabo un cotejo cruzado de datos y, al obtener un resultado negativo, catalogaran el caso como OVNI, con cierta dosis de indiferencia. La etiqueta OVNI, en realidad, nos brinda escasa información, salvo el hecho de que las causas detrás del avistamiento son desconocidas. Es plausible que las entidades encargadas de investigar prefieran destinar sus recursos limitados a cuestiones que consideran de mayor relevancia. El sitio web de la Comisión de Investigación Nacional (CIN) sigue las pautas del Ejército del Aire mediante su propio módulo, y advierte sobre el fenómeno Starlink, una constelación de satélites que se presenta como una cadena de luces, así como también el fenómeno de las linternas chinas: agrupaciones de globos luminosos, usualmente de tonalidad naranja o roja, que se desplazan de forma lineal y ascendente, rara vez vertical, debido a las corrientes de aire.
Podría proseguir resaltando que el año 1978, marcado por una afluencia récord de avistamientos, coincidió con el estreno en Italia de una película acerca de extraterrestres que gozó de un enorme éxito y dejó una huella en la historia. Podría continuar marcando hitos, analizando, especificando, pero este escrito está adentrándose en un círculo de temor a ser malinterpretado. Nadie intenta crear titulares sensacionalistas ni difundir noticias falsas; sencillamente, considero que es prudente mantener una rendija abierta para el cuestionamiento, aun cuando esa apertura no tenga mayores consecuencias. Es hermoso y casi romántico pensar que esta pequeña rendija también está presente en los niveles institucionales más altos, sin que haya ninguna trama conspirativa detrás. Me agrada concebir que detrás de la jerga burocrática del módulo de las Fuerzas Aéreas, se encuentra una reflexión más profunda sobre nosotros mismos que sobre los fenómenos extraterrestres, como si, detrás de la fachada institucional, unos serios estadistas aún conservaran la capacidad de soñar, tal como cuando leyeron las historias de John Carter, ofreciéndonos así la oportunidad de hacer lo mismo.
Guardo film e gioco a videogiochi, da un certo punto della vita in poi ho iniziato anche a scriverne. Mi affascinano gli angolini sperduti di internet, la grafica dei primi videogiochi in 3D e le immagini che ricadono sotto l’ombrello per nulla definito della dicitura aesthetic, rispetto alle quali porto avanti un’attività di catalogazione compulsiva che ha come punto d’arrivo alcuni profili Instagram. La serie TV con l’estetica migliore (e quella migliore in assoluto) è comunque X-Files, che non ho mai finito per non concepire il pensiero “non esistono altre puntate di X-Files da vedere per il resto della mia vita”. Stessa cosa con Evangelion (il manga).
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