La jornada más calurosa coincidía también con la que tenía más entradas vendidas del festival, con prácticamente un sold out para volver a ver al principal cabeza de cartel, los incombustibles Megadeth. Cerca de 15.000 personas se darían cita para disfrutar de las huestes de Dave Mustaine, que regresaban al mítico festival por segunda vez tras su exitoso concierto de 2017. Aunque no serían los únicos que repetirían en esta edición. (Puedes leer aquí la crónica de la primera jornada).
Más de cuarenta grados nos esperaban en esta segunda jornada del Leyendas del Rock, así que había que estar bien hidratados para lo que nos esperaba. Así, el jueves se iniciaba de una manera clásica con el regreso de nuestras brujas favoritas, Burning Witches, que hicieron arder todavía más al público.
Ya en 2019 captaron a un montón de nuevos fans en la jornada de bienvenida con su propuesta de heavy metal de corte clásico y guerrero. En esta ocasión, vinieron a presentarnos su recién editado quinto álbum, ‘The Dark Tower’, con cortes como el tema homónimo, la rapidísima “Unleash The Beast” o “World On Fire” (todas cuentan, además, con espectaculares videoclips).
Un telón con la portada de su último disco ilustraba su puesta en escena, así como dos pentagramas a cada lado de la batería. El quinteto suizo formado por Laura Guldemond a la voz principal, las guitarristas Romana Kalkhul y Larissa Ernst, la bajista Jeanine Grob y la batería Lala Frischknecht hizo un buen repaso a su discografía, con cortes como “Wings of Steel”, de su tercer disco, ‘Dance With The Devil’; el tema título de su segundo disco, “Hexenhammer” e incluso algún recuerdo al primero con “We Stand As One”, al tiempo que con sus “hey, hey…”, animaba Guldemond al público para que alzaran sus puños. Grandes discípulas de Doro, Burning Witches siguen ardiendo hacia lo más alto.
En el escenario Mark Reale, abrieron The Dark Side of The Moon (que, aunque su nombre pueda inducir a engaño, no son un tributo a Pink Floyd). La banda, de hecho, cuenta en sus filas con músicos de nivel que hacían doblete en el festival, como son la polifacética y sensual cantante de Ad Infinitum, Melissa Bonny, que demostraba su versatilidad mezclando sus voces limpias y guturales; el guitarrista de Feuerschwanz Hans Platz, la arpista Jenny Diehl y el batería de Amaranthe, Morten Løwe Sørensen.
También contaban con violín, y vinieron a presentarnos su álbum ‘Metamorphosis’, con cortes de rock sinfónico e inspiración cinematográfica como “Double Trouble” (inspirada en el “Hedwig’s Theme” de la banda sonora de la saga ‘Harry Potter’) o “New Horizons”. Desde luego, una pena que muchas bandas se solaparan entre este tercer escenario y los principales, porque algunas veces tenían un público similar.
Otros que regresaban de la edición de 2019 eran los suecos Beast In Black, que en aquella edición se coronaron con éxito tras pasar a última hora del tercer escenario al principal para sustituir a Dee Snider. Así, mucho más rodados y consolidados, el grupo ideado por el guitarrista y compositor Anton Kabanen se han perfilado en sólo siete años como una de las bandas favoritas de los amantes del metal melódico.
Las carismáticas poses de Kabanen junto al guitarrista Kasperi Heikkinen y al bajista Máté Molnár potenciaban su puesta en escena. Además, en esta ocasión venían a presentarnos su último plástico hasta la fecha, ‘Dark Connection’, del que sonaron temas como la cinematográfica e inicial “Blade Runner” o el single “Hardcore” (que cuenta con un videoclip de alto contenido erótico).
No faltaron los cortes que comenzaron a elevarlos en su popularidad, como “Sweet True Lies”, de su segundo disco; o “Blind and Frozen” y “End of the World”, de su ópera prima, ‘Berserker’. El carismático griego Yannis Papadopoulos, que salió con un largo abrigo negro al estilo Matrix (¡qué valiente, con la que estaba cayendo!) continúa siendo uno de los vocalistas más versátiles de la actualidad, modulando muy bien los agudos para cada tema y sonando la banda muy similar a como lo hacen en sus discos.
Estuvo simpático y bromeando hasta con el tiempo… Como única pega, sigo pensando que deberían de tirar menos de samples pregrabados y llevar un teclista que los elevara a otro nivel, ya que eso empaña sus conciertos. No obstante, esta “Bestia vestida de negro” sigue también subiendo de nivel, y aquí arrasaron, literalmente, con un público entregadísimo, que coreó cada tema con fervor.
Los extremos valencianos Noctem hicieron también su aparición en el Mark Reale, con los gutiarristas Exo y Helion, la voz de Beleth, el bajo de UI y Darko a la batería. Siempre han dado conciertos magistrales y profesionales, y en esta ocasión no iba a ser una excepción, además de que cuentan con una imagen única.
Temas como “The Black Consecration”, “Sulphur” o “A Cruce Salus” dan buena cuenta de ello, aunque eso sí, su tenebrosa propuesta e iluminación hubiera ganado más ya caída la noche y no a plena luz del día. En cualquier caso, es una de nuestras bandas extremas más importantes, grandes incluso más allá de nuestras fronteras.
Que se repesquen bandas en el Leyendas del Rock es algo que ha hecho que muchas crezcan a partir de su participación en el festival. Es el caso de Beast In Black, y también de los suecos Amaranthe, que regresaban por tercera vez al Leyendas del Rock en un escenario principal tras sus exitosas comparecencias en 2015 y 2017.
Como ya muchos sabéis, su música tiene tintes de metal melódico mezclados con la electrónica y el pop, lo que hace que, como sus compatriotas anteriores, sean aptos también para las grandes masas. Liderados por el guitarrista Olof Mörck, era la primera vez que venían al festival con sus nuevo vocalista masculino, Mikael Sehlin, que junto a Nils Molin alternan voces limpias y guturales complementándolas con la voz de la frontwoman principal, la carismática Elize Ryd.
Presentaron su nuevo single, “Damnation Flame”, que será adelanto de su séptimo trabajo, ‘The Catalyst’, y se editará el próximo año. Un tema comercial y pegadizo con cierto guiño en su sonido a los fineses Nightwish. No obstante, fueron sus clásicos “Digital World”, “Maximize” o “The Nexus” algunos de los temas más esperados.
Con la esperada “Drop Dead Cynical” y esa base tan Marilyn Manson triunfaron por tercera vez en el festival. ¿Los veremos el próximo año con su nuevo disco?
Era el turno de Valentín del Moral, alias Chino Banzai, el mítico cantante de Banzai, que, tras caerse a última hora en la edición del año pasado, regresaba al tercer escenario en este 2023 para celebrar su 40º aniversario en la música. Aunque no pude ver su descarga al completo, siempre es una pasada escuchar clasicazos del rock español como “Voy a tu ciudad”, “Rock duro” o “Héroes”, todos los temas del mítico debut de Banzai, que cumple también este año la friolera de 40 años.
El bajista y vocalista David Vicent traía a uno de los escenarios principales su nuevo proyecto, I Am Morbid, con todos los clásicos de los míticos Morbid Angel. No en vano, son canciones que el compositor americano afincado en Florida había compuesto décadas atrás con la clásica banda de death metal.
Además, cuenta con el clásico batería y compañero Pete Sandoval, lo que daba mayor fidelidad a las interpretaciones. De este modo, era una buena oportunidad para escuchar de nuevo un puñado de estos cortes como “Immortal Rites”, “Rapture” o “Vengeance Is Mine”. Nada mejor que defender el legado de la mítica banda que con integrantes que han estado en la misma durante años y que lo dieron todo en cortes como “God of Emptiness”.
Los suecos Arch Enemy eran otros de los que también regresaban al festival por tercera vez, presentando en esta ocasión su ya undécimo y último álbum hasta la fecha, ‘Deceivers’, que cuenta con trallazos como la inicial “Deceiver, Deceiver”, “House of Mirrors” o “The Watcher”.
La banda de death melódico liderada por el magnífico guitarrista Michael Amott asaltaba uno de los dos escenarios principales una vez más para otra magnífica descarga, donde volvieron a brillarlos guturales de la poderosa frontwoman y vocalista Alissa White-Gluz, que siempre ha sido bien recibida por estos lares desde que en su primer concierto leyendero le tocara sustituir a la icónica vocalista clásica del combo, Angela Gossow.
El quinteto sueco recordó muchos de los clásicos de casi todas sus etapas, como fueron “Ravenous”, “War Eternal” o la siempre impresionante “We Will Rise”. No faltaron “The Eagle Flies Alone” o “Nemesis”, demostrando una vez más por qué siguen siendo una de las bandas más importantes del género.
Insólita fue la reformación de Grand Slam, banda irlandesa que originalmente fue fundada por el mismísimo Phil Lynott, de Thin Lizzy, en los 80, y que se retomó hace algo más de un lustro con el exguitarra de UFO Laurence Archer en sus filas. Así, se encargaron de poner el toque de hard rock más añejo en el Mark Reale gracias a temas como “Nineteen” o “Hit The Ground”, que además es el que da título al único disco oficial que grabaron recientemente (pues el resto eran demos o directos). No faltaron incluso covers de los propios Thin Lizzy, como “Dedication”. Entrañables.
Y llegaba el turno del principal cabeza de cartel del día, con el siempre imprevisible vocalista y guitarrista Dave Mustaine, que volvía por segunda vez al Leyendas con sus Megadeth tras haber triunfado la semana pasada en el Wacken Open Air.
Con una espectacular puesta en escena con una pantalla central donde espectaculares vídeos apoyaban cada tema, y habiendo editado un magnífico decimosexto disco, ‘The Sick, the Dying… and the Dead!’ (del que sólo sonó el single “We’ll Be Back”) era de esperar más temas del mismo, pero también es comprensible que con una discografía tan extensa y dilatada como la que poseen su setlist fuera una vez más un “Grandes éxitos” de su carrera.
De este modo, sonaron al principio cortes más que clásicos como “Hangar 18”, “Wake Up Dead”, “In My Darkest Hour” o “Dread and The Fugitive Mind”. No faltaron “Angry Again”, que formó parte en su día del blockbuster protagonizado por Arnold Schwarzenegger “Last Action Hero”; “Sweating Bullets”, del ‘Countdown To Extintion’; o la más reciente “Conquer Or Die”, de su penúltimo disco, ‘Dystopia’, del que también interpretaron el tema título.
El guitarrista Kiko Loureiro sabe lo que el público de Megadeth quiere, por lo que, además de respetar los arreglos de temas clásicos como “Tornado Of Souls” o la esperadísima y exitosa semibalada “A Tout Le Monde”, sabe replicar con maestría el sonido clásico de la banda en sus nuevas composiciones, al más puro estilo Marty Friedman (que se unió a ellos en algunos temas en Wacken devolviendo la visita japonesa).
La magnífica “Trust”, la coreada “Symphony of Destruction” y las más primigenias “Peace Sells”, “Mechanix” y “Holy Wars” finiquitaron el concierto más masivo de la jornada, con un Mustaine agradecido y haciendo reverencias, sonriendo más que feliz, repartiendo púas y lanzando hasta sus muñequeras al público.
En el Mark Reale, la banda del flautista Diego Palacio, Celtian, volvió a demostrar por qué se ha convertido en una de las bandas más importantes del folk metal nacional, con un crecimiento exponencial año tras año. Vinieron a presentar su más reciente álbum, ‘Sendas de leyenda”, y lo cierto es que el carisma del grupo conquistó una vez más a un recinto abarrotadísimo pese a coincidir con los cabezas de cartel.
La dulce voz y simpatía de Xana Lavey nos embaucó una vez más, y eso que estos meses la frontwoman además no da abasto, compaginando su labor como corista en Mägo de Oz con su banda principal. Así, con canciones como “Nueva era”, “Mirada de cielo” o la misma “Sendas de leyenda”, los madrileños consiguieron triunfar por tercera vez en el Leyendas del Rock.
El más que mítico combo norteamericano de heavy metal Vicious Rumours se encargaba de deleitar al público que los había elegido en el tercer escenario. Con cortes como “Abandoned”, “The Crest” o “Minute To Kill”, la banda liderada desde finales de los 70 por el guitarrista Geoff Thorpe ponía en esta jornada el toque nostálgico y mágico de la noche, pues es realmente complicado verlos por estos lares y son este tipo de bandas por las que mucho público paga la entrada del Leyendas.
Además, pudimos ver la vuelta del vocalista Brian Allen por tercera vez en la banda, que ha sustituido a Ronny Munroe, retirado en principio por problemas de salud, con lo que fue un concierto digno que mereció más audiencia. Una pena su coincidencia con Arch Enemy y Megadeth.
En los principales escenarios era el turno de los alemanes Feuerschwanz, que también repetían tras el éxito obtenido en la anterior edición. Su rock medieval con tintes de folk metal demostró ser perfecto para la fiesta, viniendo a presentar en esta ocasión su nuevo álbum, ‘Fegefeuer’, del que sonaron cortes como “Bastard von Asgard” o “Berzerkermode”.
No faltaron himnos como la melódica y coreada “Knochenkarussell”, “Última Nocte» o sus particulares revisiones de algunos clásicos. Sin duda, un grupo que representa el buen rollo y ambiente presente en el festival.
Los riojanos Tierra Santa son otra de las leyendas hispanas que nunca fallan cuando vuelven al Leyendas del Rock, lo demostraron en su anterior conciertazo antes de la pandemia, hace ya cuatro años, y lo volvieron a ratificar en este nuevo bolo.
Ángel San Juan a la voz y la guitarra volvió con el resto de sus compañeros a arrasar con cortes como “Pecado de ángel”, “Indomable” o “Tierras de Leyenda”. Temas más recientes de su último disco, ‘Destino’, y cortes clásicos de los de toda la vida fueron coreados por el público leyendero, y es que, ¿quién se resiste a no cantar fuerte y con puños en alto cortes como “Alas de fuego”, “Legendario” o su mítica doble canción que puso música con maestría al clásico poema de Espronceda “La Canción del Pirata”? Tierra Santa son otro caballo ganador del Leyendas siempre.
Aunque la última vez que actuaron en el Leyendas del Rock lo hicieron en uno de los escenarios principales, en 2014, lo cierto es que el regreso de los reformados Panzer fue mucho más cálido en el escenario cubierto Mark Reale.
Su mítico frontman, Carlos Pina, que salió con su clásica gorra, y que es recordado también por otras generaciones por sus geniales programas radiofónicos, se encargaba de tomar el escenario una vez más.
Temas como “Toca madera”, “Galones de plástico” o “Perro viejo” son historia viva del rock español, por lo que siempre es una gozada revivir estos himnos. Igualmente eufórico fue el recibimiento de la preciosa “Junto a ti”, que hasta llegaron a versionar Saratoga en su día en su para muchos olvidado disco de versiones. Sin duda, a Panzer “No hay quien los pare”, y hay que reivindicar a Carlos Pina como una de las grandes voces del rock español, al lado de Miguel Ríos, Fortu, Sherpa, José Carlos Molina, Manzano…
El grupo liderado por el guitarrista Tony Delgado, Dünedain, llegaba una vez más para cerrar los escenarios principales, presentando su último disco hasta la fecha, ‘Memento Mori’, el cual data del 2019, con canciones como “A un paso del cielo” o “El viento de la batalla”. No faltó el recuerdo a otros discos de su discografía con cortes como “Mil golpes”, “Fiel a mi libertad” o “Corazón de invierno”, muy bien interpretados por Carlos Sanz.
El público congregado lo dio todo, aunque es cierto que ya pesaba el cansancio y el fuerte calor del día y es que, no en vano, quedan todavía dos jornadas más por disfrutar.
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