La actividad del fenómeno OVNI se ha presentado a lo largo del territorio nacional, siendo la Ciudad de México una de las entidades donde ha habido mayor número de avistamientos.
Los Objetos Voladores No Identificados (OVNIS), tripulados por seres extraterrestres, se han presentado alrededor del mundo en forma de esferas de gas, aerolitos, fenómenos de luz, ilusiones ópticas, naves con silueta de disco, platillos o cilindros, incluso, se ha dicho que se trata de un efecto causado por los gases emitidos por los pantanos.
Las teorías sobre civilizaciones alienígenas asentadas en la Tierra datan de tiempos casi inmemorables, desde textos sagrados o extrañas insignias de antiguas civilizaciones, han revelado la posible presencia de vida alienígena proveniente de otras galaxias en el globo terráqueo.
Un peculiar suceso ha despertado la curiosidad de fanáticos y estudiosos del tema: Los habitantes de la antigua Basilea contemplaron cómo una serie de discos inundaron el cielo en agosto de 1566. El hecho quedó plasmado en un grabado de finales de siglo XVI, donde se observan los extraños elementos en las alturas.
El primer caso documentado en la era moderna, se presentó en Washington en junio de 1947. El piloto aviador Kenneth Arnold, realizaba labores de vuelo en una zona montañosa cuando avistó nueve elementos circulares a unos 200 metros por encima de su posición dirigiéndose hacia el monte Rainier. Arnold platicó la historia a un diario local; la noticia se comenzó a difundirse entre las poblaciones circundantes.
Uno de los hechos más contundentes es el ocurrido en Roswell, Nuevo México, en Estados Unidos en julio de 1947 al presuntamente estrellarse un platillo volador en las inmediaciones de un rancho. Las especulaciones apuntan a que el ejército estadunidense pudo haber rescatado a los tripulantes de la aeronave desconocida sin haber dado información sobre lo hallado en el lugar.
Sin embargo, una de las experiencias más aterradoras la vivió el matrimonio de Barney y Betty Hill al ser abducidos por una nave alienígena luego de regresar de vacaciones cerca de las Caratas del Niágara en 1961. Al interior del artefacto la pareja estadunidense fue sometida a minuciosos exámenes corporales que les ocasionaron serios estragos psicológicos.
A partir de ese momento, el fenómeno OVNI captó la atención de miles de personas en todo el mundo, escritores, periodistas y científicos comenzaron a investigar y escribir todo tipo de textos sobre las manifestaciones cuyo origen se desconoce hasta la actualidad.
En 1977 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a recopilar información de casos y testimonios alrededor del mundo con el fin de realizar una primera investigación de las manifestaciones extraterrestres. La comisión política especial del organismo detalló que se haría un sondeo entre los expertos para la realización de un foro mundial a partir de relatos reales.
Desde las primeras apariciones extraterrestres, el gobierno de Estados Unidos se han negado a aceptar la presencia de dichas entidades en el mundo. Sin embargo, recientemente, militares declararon ante el Congreso estadunidense la existencia de OVNIS y que, las autoridades de aquel país poseen naves y hasta cuerpos como evidencia.
LOS CASOS DE MÉXICO
En la década de los cincuenta, en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, el oficial aviador, César López, dijo haber visto un elemento con forma de plato color azul verde mientras volaba hacia la Sierra de San Martín en aquella demarcación. El reporte del piloto se agregó a una importante lista de avistamientos en el estado.
En esos mismos años, en la comunidad de San Carlos Yautepec, Morelos, se apreció la figura de un platillo volador. Los pobladores contemplaron el vuelo del artefacto por cerca de 15 minutos a varios metros por encima del poblado.
Con pocos días de diferencia, se reportó la presencia de una extraña nave en las cercanías de Ciudad Madero, Tamaulipas. Otro aparato de forma cilíndrica se hizo presente en el puerto de Tampico, para luego desaparecer ante los ojos de decenas de personas que afirmaron haber presenciado el fenómeno.
Tiempo después, la zona de Baja California fue el escenario para el constante espectáculo de los platillos voladores. En un gran número de poblaciones se hizo referencia del avistamiento de múltiples naves atravesar los cielos en diferentes direcciones. En San Luis Potosí pudieron verse entidades aéreas con las mismas características.
En Iguala, Guerrero, se dio un caso más donde testigos aseguraron haber visto cómo un OVNI que sobrevolaba el espacio aéreo perdió altura a unos cuantos kilómetros de la ciudad en 1967; en plena madrugada, el conductor y los pasajeros de un autobús estuvieron a punto de chocar contra el aparato.
El chofer dijo que una luz le hizo perder la visión; detuvo la marcha del camión de forma estrepitosa, en ese momento, otro destello hizo volar a la aeronave entre la oscuridad. A la zona llegó el comisario ejidal para realizar una investigación sin que se dieran resultados concluyentes.
La década de los sesenta trajo consigo la fiebre del fenómeno OVNI a la Ciudad de México, donde las personas se aglutinaban en diferentes puntos en búsqueda de los extraños artefactos en los cielos.
Diversos testimonios apuntaron que oficiales mexicanos encontraron un platillo en la alcaldía Tlalpan, a finales de 1950. A pesar de no haber dado mayores detalles sobre el hallazgo, la situación dio de que hablar entre los habitantes.
Diferentes versiones se generaron sobre experiencias de los capitalinos con las supuestas aeronaves provenientes de otros planetas. En Xochimilco, campesinos aledaños aseguraron haber sido perseguidos por una nave circular; los trabajadores del campo quedaron aterrorizados al grado de requerir atención médica.
En septiembre de 1965, la actividad en los cielos de la capital se intensificó. Desde distintos lugares de la gran urbe se pudieron observar luces de diferentes colores que volaban en diferentes direcciones perdiéndose entre las nubes.
“Lo cierto es que el espectáculo parecía estar más en la tierra que en el cielo, por la gran cantidad de ovnividentes, todos con los cuellos torcidos de tanto mirar a las alturas”, informó Excélsior el 30 de septiembre.
El número de los llamados “ovnividentes” -personas que se dedicaban a vigilar el firmamento- iba en aumento, a pesar del elevado escepticismo sobre el tema. Calles y avenidas se paralizaron, como el caso de la avenida Bucareli, donde los autos prácticamente detuvieron su marcha para mirar hacia arriba en el momento en que una nave se paseó en las alturas en esos mismos años.
Caía la tarde en un día normal en la capital del país. De repente, cerca de la zona de la avenida Insurgentes, cientos de personas atestiguaron cómo un conjunto de entes luminosos realizaban acrobacias a una gran velocidad. Entre la confusión, el tránsito vehicular se detuvo. La situación ocasionó psicosis colectiva.
Algo similar se vivió cuando un miembro de la entonces Sociedad Astronómica Mexicana logró captar con su telescopio una forma extraña que viajaba a diferentes velocidades y mostraba movimientos erráticos. Las imágenes fueron estudiadas y debatidas por expertos sin que determinara el origen de las figuras.
Un caso más que tuvo lugar en la Ciudad de México, donde tres estudiantes de arquitectura de la universidad La Salle aseguraron que tuvieron comunicación con habitantes de la tercera luna de Júpiter. A decir de los jóvenes, en los siguientes meses habría una invasión a la Tierra. Según información de Últimas Noticias de Excélsior.
MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Durante los siguientes años, los avistamientos no dejaron de tener presencia en las calles capitalinas. Uno de los escenarios más frecuentes fue el Monumento a la Revolución, desde donde muchos aseguran que puede observarse actividad constante del fenómeno OVNI.
Uno de los casos se dio a finales de los sesenta al hacerse visible un objeto de forma ovoide que despedía luces amarillas y rojas. De inmediato se reunió un grupo de curiosos alrededor del monumento, algunos con cámaras otros con binoculares, para admirar el suceso ocurrido durante la noche.
Nuevamente en las inmediaciones de la obra arquitectónica, mientras se realizaban pruebas de instalación de un rayo láser, de repente apareció una formación de objetos luminosos que fue captada en fotografía por algunos de los presentes en 1997. Las entidades estaban alineadas y parecían realizar movimientos bruscos, pero en perfecta coordinación.
En un intento por determinar la existencia de vida inteligente fuera del planeta Tierra, durante mucho tiempo los seres humanos se han dedicado a observar el firmamento en búsqueda de una respuesta a las interrogantes sobre la propia realidad.
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