Una mañana de marzo de 1950 los lectores de El Comercio quedaron asombrados ante la noticia de un objeto volador que había aparecido detrás del Morro Solar y aterrado a los desconcertados paseantes del parque Salazar. “Numerosos observadores vieron desplazarse el extraño cuerpo desde Chorrillos hasta el Callao”, señala el texto que solo es uno más de una larga lista de acontecimientos inexplicables reportados por la prensa en el siglo pasado.
Cuando se habla de presencia extraterrestre en el país, las Líneas de Nasca suele ser lugar común, al menos para los fans de programas como “Alienígenas ancestrales”, de History Channel. Hay otros misterios mejor documentados, como lo recuerda el Dr. Anthony Choy, un experto en estos asuntos interplanetarios: “Está el caso de Hipólito Unanue y lo que vio en 1791″, anota. Ese año, el precursor de la independencia escribió en “El Mercurio Peruano” sobre una visión que presenció en el valle de Cañete, una “sombra” suspendida en el aire que “corría de norte a sur” y de colores “negro y cenizo” que inspiraban horror a los testigos. Unanue, científico al fin, atribuyó lo visto a un fenómeno meteorológico, pero los ufólogos locales no están tan convencidos.
Para los años 60, el fenómeno ovni ya era parte de la cultura popular. Despertaba temor, por las películas de invasiones, pero también fascinación por la literatura fantástica. Uno de esos jóvenes obsesionados con el tema fue el estudiante Alberto San Román, que en agosto de 1965 reportó a El Comercio haber visto en el techo de su casa a un extraño ser “verdoso y arrugado” que no era ningún vecino suyo. San Román mostró a la prensa cuatro huellas en la azotea que corresponderían a una astronave. Para su pesar, la Policía de Investigaciones no tardó en desbaratar el hecho. Concluyeron que había sido una broma de sus vecinos, quienes le tomaron el pelo por su afición a la ciencia ficción.
EXTRATERRESTRES HASTA EN LA SOPA
Los años 70 fueron una segunda época de gloria para los platillos voladores, con la publicación del libro “Yo visité Ganímedes”, de Yosip Ibrahim, que re – cogía las supuestas crónicas de un pe – ruano que había viajado hasta una de las lunas de Júpiter y conocido una civilización fantástica allá. El texto fue un auténtico ‘boom’ editorial que conoció innumerables reediciones dentro y fuera del país. Pero en sus últimos años de vida, el autor reconoció que todo había sido una fantasía sacada de su cabeza.
De los años 70 es también el fenómeno de “los contactados”, en el que sobresale la historia de Sixto Paz Wells, el escritor y conferencista peruano que hasta el día de hoy asegura haber tenido encuentros cercanos del tercer tipo. En paralelo, se creó en el país un fenómeno que podríamos llamar de “turismo ovni”, cuando se organizaban campamentos a lugares como Marcahuasi, en donde se podía ser testigo de experiencias sensoriales bastante sazonadas con la filosofía ‘hippie’ de la época que proponía apertura de mente.
En los años 80, quizá con el estreno de “E.T., el extraterrestre”, los seres de otros mundos dejaron de dar miedo al público en general y empezaron a ser vistos como entes amistosos. Incluso un grupo de cumbia de Huancayo se bautizó como Los Ovnis y sus integrantes salían a escena con trajes de inspiración espacial. En la avenida Arequipa se abrió el recordado restaurante Luciano’s Burger, de Luciano ‘el Marciano’, que tenía forma de ovni. Y está también el caso de la banda de rock Trama, que conquistaron los rankings pop con su tema “Un ovni en mi jardín”. Los marcianos ahora remitían a “chupetes” y los ovnis a una conocida marca de helados.
A fines de los años 90, la FAP abrió de forma discreta su Oficina de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos (OIFAA), que la cultura popular los relacionó de inmediato con los “X-Files peruanos”. Lo importante, señala el Dr. Choy, que fue miembro de aquella primera experiencia, fue que registraron “el incidente Chulacanas”, una apasionante trama de avistamientos en Piura que fue documentada por la oficina en cuestión. Hoy, en el siglo XXI, los ovnis vuelven a ser noticia y otra vez en un contexto de guerra fría entre potencias. Como para quedarse pensando en esa coincidencia. //
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