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Reunión de la NASA y Pentágono sobre FANI | NASA
Un objeto esférico es captado por los sensores de movimiento de un dron de ataque en Irak en 2022. Vuela a una distancia indeterminada del suelo, surcando carreteras y terrenos desérticos en un día soleado, a gran velocidad. Una bola aparentemente metálica, sin alas ni aspas; volante, no identificada: técnicamente, un ovni que la NASA prefiere denominar FANI, para quitarle cualquier carga semántica alien: Fenómeno Anómalo No Identificado.
Este caso, expuesto ahora en la primera reunión pública del panel experto de la NASA y el Pentágono creado para estudiar ovnis, pertenece al mínimo porcentaje que —sin atribuirse a un fenómeno alien— la ciencia no puede explicar. En concreto, como ha indicado el jefe de la Oficina de Anomalías del Pentágono, Sean Kirkpatrick, se estima que de los 800 casos estudiados, no puede determinar el origen de entre el 2 y el 5%. Pero Kirkpatrick, justamente él… ha sido uno de los grandes defensores de la hipótesis alien de los ovnis.
Este miércoles, lo que hemos visto es, técnicamente, una reunión del grupo, que reúne a técnicos que van de la astrobiología a la física o la ingeniería, y que se constituyó hace justo un año para analizar algo más que el fenómeno ovni. “No hemos visto la evidencia de algo extraordinario, de algo que no proceda de una inteligencia humana”, se anticipaba el presidente del comité técnico, David Spergel. Pero, en realidad, el mundo ha asistido a una puesta en escena televisiva de casi cuatro horas. Un larguísimo stream por el que han desfilado desde perfiles muy técnicos, astronautas populares y hasta algún pope para la ufología del ámbito militar, como el propio Kirkpatrick.
Lo que sí dice la NASA: faltan instrumentos ‘cazaovnis’
En lo estrictamente científico, la reunión ha servido para ver cuáles son los límites de la tecnología y la ciencia actual para explicar avistamientos. “Si tuviera que resumir en una línea lo que siento que hemos aprendido es que necesitamos datos de más calidad”, ha señalado el presidente del panel, David Spergel (Universidad Princetown, EE.UU.), en la sesión de apertura.
La realidad es que esos datos, en el fondo, provienen tanto de cámaras de aviones, domésticas, militares, etc. Y ese es el principal reto que tienen por delante. “La recopilación no es sistemática y [los datos, imágenes] están fragmentados en varias agencias, a menudo utilizando instrumentos no calibrados para la recopilación de datos científicos”, ha explicado Spergel.
¿Qué hace una agencia espacial investigando ovnis? ¿Ha encontrado la NASA evidencias extraterrestres o de aliens en los cielos? ¿Por qué se alía con los militares? La doctora Nicky Fox, responsable de misiones científicas de la agencia, cree que hay que “desestigmatizar la investigación de los ovnis” y cambiar la imagen que se tiene de estos estudios. “En este momento hay datos muy limitados sobre los FANI. Esta falta de datos de alta calidad no permite averiguar la naturaleza de algunos. El estudio de la NASA se basa en datos abiertos no clasificados… todos los datos de la NASA están calibrados rigurosamente”.
¿Qué explicación tienen la mayoría de fenómenos ovni estudiados por la NASA? En esta investigación hay dos patas: la de la agencia espacial y la del Departamento de Defensa. La NASA es, de algún modo, más escéptica y cauta y prefiere no anticipar hipótesis respecto al fenómeno ovni y su vínculo alien; al menos, sin tener herramientas para demostrar nada. La NASA está activamente implicada en la búsqueda de vida extraterrestre, pero fuera de la Tierra. Y el término ‘alien’ tiene una carga semántica ligada a una posible vida extraterrestre inteligente.
Desde la perspectiva del Pentágono, Sean Kirkpatrick se ha mostrado, en general, mucho más abierto a un origen alien del fenómeno ovni, toda vez que tras los muros del Departamento se apilan centenares de expedientes no resueltos desde hace décadas. Kirkpatrick, en particular, ha sido firmante de borradores de artículos científicos claramente abiertos a la hipótesis alien. Entre otros, uno con el mítico exprofesor de Harvard Avi Loeb, que ha defendido que el objeto intergaláctico que nos visitó en 2017 podría ser una nave extraterrestre impulsada por vela solar.
Hay entre 50 y 100 informes nuevos sobre ovnis cada mes, sobre todo tras el incidente de los globos atribuidos a espías.
Aquel artículo, que partió de un preprint, en realidad defendía más bien las bonanzas de esa tecnología, pero para los humanos. Para poder viajar a otras estrellas. Loeb estaba entonces ligado al proyecto del millonario Yuri Milner que, a través de su fundación, busca dar un impulso a la tecnología de vela solar. El caso del extraño objeto recibió una explicación más ‘natural’… en Nature, no exento de crítica.
Ahora, Kirkpatrick ha explicado que en Defensa “tenemos entre 50 y 100 informes nuevos cada mes”. Sin embargo “la inmensa mayoría son explicables”. El Jefe de Anomalías del Pentágono, en un momento de la presentación, ha tomado el mando y ha reproducido otro vídeo: Un avión naval descubre una serie de puntos moviéndose en el cielo nocturno de la costa oeste estadounidense. El avión militar no pudo interceptar el objeto. Resultó ser un avión comercial que se dirigía a un aeropuerto. En la mayoría de casos son eso: otros aviones.
Pero otro informe del Pentágono en 2021 dijo que de 144 avistamientos realizados por pilotos militares desde 2004, todos menos uno quedaron sin explicación. El informe de cierre de 2022 (que ya incluía algunos globos meteorológicos como explicación a ciertos avistamientos recientes, pero no habla de aliens) llegaba a conclusiones similares: casi todo es explicable. Pero entonces, los funcionarios no descartaron la posibilidad de que los objetos sean extraterrestres.
Así es el avistamiento ovni típico
De acuerdo con la oficina específica creada por el Pentágono, la mayoría de fenómenos aéreos no identificados son, en realidad, objetos voladores no identificados, más que luces u emisiones de ondas. Más de la mitad, redondos o esféricos, con orientaciones extrañas o movimientos erráticos. Brillantes, como metálicos plateados, blancos o translúcidos. Apenas entre el 2% y el 5% cuadrarían con lo que entendemos por ‘platillo volante’.
No se ven a gran altura. De hecho, la inmensa mayoría se avistan por debajo de la altitud de crucero de los aviones comerciales (alrededor de los 9 km) y muy por debajo de donde suelen volar los globos sonda. Suelen estar parados o moverse en un rango que alcanzan velocidades de hasta Match 2.
Carecen de conductos de escape y no dejan estelas. Emiten un calor intermitente, no muy fuerte y se detectan en bandas de radio de los 1-3 GHz y 8-12 GHz.
El ovni que era en realidad un globo de Bart Simpson
Vamos ahora con los casos sí resueltos. A veces, la explicación más simple resulta ser la acertada. A veces, la más surrealista. Por un lado, están los famosos casos de los globos a los que se atribuyó un origen espía, cuando no eran sino sondas meteorológicas (esto no ha sido evaluado en esta reunión, pues es material secreto).
Pero el caso más singular, expuesto este miércoles, es el de un globo doméstico que se coló entre los ‘expedientes ovni’; no era una amenaza alien y ha tenido que venir la NASA a confirmar que se trataba de la ‘amenaza’ de Bart Simpson. Un globo con la forma del personaje de Matt Groening. La anécdota (que no llegó a reportarse como caso FANI) fue relatada por Scott Kelly, astronauta y exaviador naval. “Según mi experiencia, los sensores tienen los mismos problemas que los ojos de las personas”. Y no sólo engañan los ojos.
Los datos relacionados con los FANI a menudo son difíciles de interpretar y pueden sesgarse fácilmente. David Spergel ha mencionado unos estallidos de ondas de radio captadas por investigadores en Australia. “Tenían una estructura verdaderamente extraña. La gente no podía entender qué estaba pasando. Entonces empezaron a notar que muchos de ellos estaban agrupados alrededor de la hora del almuerzo”, explicó.
Resultó que los instrumentos utilizados para la investigación celeste estaban captando señales de un microondas utilizado para calentar sus almuerzos.
Evans ha precisado que la transmisión en vivo de la reunión provocó un troleo considerable. A esto se suma un constante “acoso en la red” dirigido hacia varios miembros del comité. Esto, a juicio de Spergel, puede hacer que pilotos comerciales dejen de reportar FANI debido al estigma que rodea a los ovinis y su vínculo alien.
“El acoso solo conduce a una mayor estigmatización del campo FANI, lo que dificulta significativamente el proceso científico y desalienta a otros a estudiar este importante tema”, concluía la jefa científica de la NASA. “No hemos econtrado vida extraterrestre”, ha recalcado. “No la hemos encontrado, pero estamos buscándola”, ha rematado el astrofísico David Spergel al final del encuentro.
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