¿Están entre nosotros? Estos son 5 casos famosos de OVNIS en México

La discusión por el tema OVNI se encuentra más fuerte que nunca, desde que un ex agente de la inteligencia secreta de los Estados Unidos revelara ante el Congreso, y bajo juramento, que su gobierno tiene en custodia restos de naves extraterrestres e incluso restos biológicos no humanos.

A pesar de que muchos pueden creer que solamente Estados Unidos registra la presencia de actividad extraterrestre por sus cielos, la realidad es que en México también se han dado varios casos famosos. Algunos más impactantes que otros, pero todos igual de misteriosos, y que han logrado que la gente se cuestione la veracidad de todas sus creencias.

Ya lo decía Jaime Maussan desde los noventa, que la vida inteligente existe fuera de este planeta y que tarde o temprano no tendríamos la posibilidad de negarlo. A lo largo de la historia el territorio mexicano también ha sido protagonista de estos sucesos y a continuación te presentamos cinco de los casos más recordados.

Uno de los incidentes más famosos se dio en el año 2004. Un caso que incluso fue confirmado por la Fuerza Aérea Mexicana. Sobre las costas de Campeche aparecieron 16 esferas luminosas con trayectorias ajenas a cualquier fenómeno natural errático.

El gobierno no dio a conocer la información, pero sí Jaime Maussan, el periodista mexicano especializado en temas de Ufología. Todo el incidente se registró cuando un avión C-26A Merlin Metro III de la Fuerza Aérea Mexicana sobrevolaba para su vigilancia de rutina, por temas de narcotráfico, y de pronto se encontró de cara con actividad OVNI.

El incidente fue confirmado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las solicitudes de información 0000700119116 y 330026421000473 realizadas en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT). Razón de que se sostenga como el caso más comprobable del tema OVNI en México.

En 1975 el piloto Carlos Antonio de Los Santos Montiel solicitó ayuda la Torre de Control de Aviación a través de la radio. Tres naves no identificadas se habían posicionado dos a los costados y uno en la parte de abajo del avión que pilotaba, quitándole así el control de la nave.

El piloto reportó que intentó activar los protocolos de aterrizaje, incluido el tren de aterrizaje sin éxito. En resumidas cuentas el avión estaba siendo controlado por alguien más. Gracias a una transcripción magnetofónica, proporcionada por la Dirección General de Tránsito Aéreo, se pudo recuperar parte del intercambio que hubo entre el piloto y la torre de control.

“El avión está volando solo aparentemente: lo está controlando alguien, no sé. Yo venía volando desde Zihuatanejo, chequé Tequesquitengo, voy hacia la Ciudad de México. Mi presente altitud son quince mil pies, el avión está completamente nivelado, recto y nivelado, estoy establecido en el radial 004 de Tequesquitengo”, dijo Carlos Antonio.

Los tres objetos se quedaron con él por aproximadamente 18 minutos antes de abandonar sus puestos y desaparecer. La anterior transcripción la resguarda la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien la obtuvo gracias a la Plataforma Nacional de Transparencia en 2019.

En los cielos de Tijuana y Rosarito, así como en parte del territorio de San Diego, varios objetos de color ámbar brillaron y resplandecieron durante la noche del 28 de junio de 2022. Cientos de personas fueron testigos del espectáculo y de inmediato especularon que se trataban de OVNIS.

El Departamento de Policía de San Diego desmintió la información al teorizar que las luces eran producto de bengalas arrojadas como parte de un ejercicio militar. Sin embargo, las investigaciones de Jaime Maussan refutaron dichas explicaciones e incluso demostraron en video por qué aquellas luces definitivamente no se trataban de bengalas.

Ciudad Pemex en Veracruz, supuestamente fue invadida por extraterrestres. Todo sucedió el 1 de junio de 1973 en una noche aparentemente tranquila que de pronto se convirtió en una tormenta de relámpagos con colores extraños en el cielo. Los lugareños reportaron a medios locales que entre los destellos en el cielo se podían ver bolas naranjas como de fuego. Lo que siguió fueron apagones por toda la ciudad y una lluvia torrencial que no paró hasta la mañana siguiente.

Durante la noche se escucharon explosiones provenientes de la Base Aérea Militar número 16 de la Armada de México, que se encontraba en la misma localidad. Al día siguiente muchos testigos reportaron que una supuesta nave extraterrestre había amenazado una ranchería cercana. En el lugar en donde aterrizó se encontró pasto quemado e incluso huellas extrañas como de gallina, pero de gran tamaño. Muchas de ellas encontraron camino hacia las alcantarillas.

Rogelio Ramos declaró a un diario local que él pudo ver la bola de fuego cuando despegaba de aquel pastizal y se alejaba rápidamente hacia el cielo.

El 11 de julio de 1991 todos los habitantes de la Ciudad de México estaban por demás emocionados porque presenciarían un eclipse total de Sol. A la 1 de la tarde con 34 minutos el cielo se oscureció y el día se convirtió en noche para todos los capitalinos.

Sin embargo, los 6 minutos con 54 segundos que duró el fenómeno natural, al final pertenecieron no al eclipse sino a un objeto volador no identificado que surcó los cielos del entonces Distrito Federal y se posó enfrente del eclipse ante ojos de todos aquellos que observaban el espectáculo en el cielo.