Crónica de una noche de observación OVNI en Sevilla

En una velada de observación OVNI y astronómica organizada por el programa de radio “El Colegio Invisible”, de Onda Cero, los cielos de la ciudad sevillana se llenaron de expectación y asombro por la alerta OVNI del pasado 28 al 29 de julio, y que capturó la atención de los entusiastas de la ufología y la astronomía así como de los curiosos por igual.

El evento, que tuvo lugar el pasado fin de semana en el paraje del “Monasterio del Diablo”, en Carmona, que se convirtió en un punto de encuentro para aquellos que esperaban presenciar fenómenos aéreos curiosos o desconocidos y, en este caso particular, avistamientos de objetos voladores no identificados.

La noche comenzó con un ambiente de emoción y anticipación. Decenas de personas, armadas con telescopios, cámaras y mantas para extender en el suelo, se congregaron en el punto de observación designado. El lugar elegido ofrecía una vista panorámica aceptable del cielo –que estaban despejados pero que la luz de la luna podía entorpecer-, lo que lo convertía en un buen escenario para una noche de exploración.

Desde el comienzo de la velada, los astrónomos aficionados y profesionales presentes se deleitaron con la observación de estrellas fugaces, planetas y satélites. Carlos Rodríguez, con un telescopio grande, nos enseñaba -enfocado a la Luna- algunas de las particularidades de nuestro satélite.

Todos tenían sintonizado el programa de radio, siguiendo atentamente lo que exponían Lorenzo Fernández Bueno, Laura Falcó o Josep Guijarro sobre las últimas novedades del fenómeno OVNI.

En otros puntos de la provincia había más personas que se comunicaban conmigo, vía Whatsapp, sobre lo que iban viendo en Los Palacios, El Castillo de las Guardas, Morón de la Frontera o Constantina.

Una participante de la “Alerta OVNI” me indicó que a medianoche había visto una serie de luces brillantes y móviles en el horizonte que desapareció rápidamente. También algunas formaciones que pasaban a intervalos regulares y que no dejaban lugar a dudas de ser satélite que, además, teníamos controlados gracias a las aplicaciones que nos indicaban todo lo que pasaba sobre nuestras cabezas.

El profesor Javier Martínez, también presente, me decía: «Es importante recordar que, en muchos casos, los avistamientos OVNI pueden tener explicaciones racionales. Los satélites, globos meteorológicos y fenómenos atmosféricos pueden dar lugar a efectos visuales sorprendentes que a menudo son malinterpretados».

A pesar de la advertencia, la emoción y el misterio continuaron flotando en el aire cuando se veía una estrella fugaz o un satélite. Algunos testigos afirmaron haber presenciado movimientos erráticos, características que no parecían corresponder a ningún fenómeno astronómico conocido, aunque siempre se trataba de resolver lo que correspondía a tal avistamiento.

Mientras los astrónomos analizaban las imágenes capturadas por las cámaras y los videos tomados por los asistentes, surgieron conversaciones sobre el origen de los OVNIs o de otros avistamientos que se han ido produciendo a lo largo del año y que podrían tratarse de drones o globos, argumentando que su comportamiento errático podría deberse a maniobras o condiciones atmosféricas cambiantes.

Sin embargo, hubo quienes mantuvieron una mente abierta ante la posibilidad de que los objetos fueran de naturaleza extraterrestre. Los entusiastas de los OVNIs y los creyentes en la vida extraterrestre argumentaron que este tipo de eventos podrían ser evidencia de visitas de inteligencias extraterrestres a nuestro planeta.

La “Alerta OVNI” resultó ser un éxito de público, con casi medio centenar de personas dispuestas a pasar una noche de observación pero también de tertulia sobre casos históricos en Sevilla en esta materia.

Curiosamente, sobre las 23:00 h. me escribían un mensaje en el que, junto con un vídeo, me informaban: “Ha sido a ahora mismo, a la altura de la iglesia de El Salvador, ha pasado todo muy rápido. Pasó corriendo, paró un momento y empezó en círculo a dar vuelta en el sentido del reloj, luego subió para arriba todo rápido y se quedo parado. Emitía destellos blancos y verdes, ahí estuvo 5 minutos y luego otra vez bajo rápido y en desapareció rápido”.

Además añadía: “yo estaba en mi ático, fuera en la terraza, sentada. De los nervios asusté a mi pareja y todo y ella lo vio y no daba crédito a lo que estaba pasando. Luego, más tarde, pasaron unos aviones, fue increíble”.

(*Debido a que Youtube baja la calidad de los vídeos es posible que no se distinga la luz a la que hace referencia la testigo en este avistamiento y que son causas ajenas a nosotros).

Como nota también a tener en cuenta “el trenecito de luces” que una amiga me manifestó haber visto y que se trataba de satélites Starlink.

También hubo momentos para la investigación paranormal en el Monasterio del Diablo con todos los presentes, pero eso es ya otra historia…

Es la crónica de una noche de observación OVNI, mientras tanto, los cielos nocturnos de la ciudad seguirán siendo un recordatorio constante de las maravillas que yacen más allá de nuestro alcance y de los misterios que aún esperan ser revelados en el vasto universo.

*Si ha tenido alguna experiencia paranormal, de cualquier tipo, no dude en comunicarse conmigo. Investigaré gratis su caso (como siempre lo hago) y trataré de ofrecerle respuestas: correo@garciabautista.nete